Qué es el Valle del Río Ungría

Si tenemos que definir Qué es el valle del río Ungría diremos que es un cerrado barranco que socaba el páramo alcarreño, una llanura caliza a unos mil metros de altitud. Ocupa un total de 12.494 hectáreas de los términos municipales de Lupiana, Atanzón, Centenera, Valdeavellano, Caspueñas, Trijueque y Brihuega, incluyendo los cascos urbanos de Fuentes de la Alcarria, Valdesaz.

Este valle se ubica a escasos 20 km de Guadalajara capital, dentro de la comarca geológico-paisajística de la Alcarria.

Su enclave hace que cuente con importantes valores naturales, con interesantes especies de flora y fauna, y con bosques de encinas y quejigos muy bien conservados en la cabecera de los barrancos.

Se trata de un ecosistema único en su entorno y que contrasta con el páramo alcarreño que lo precede a su llegada por la carretera. Si bien el río Ungría es el gran protagonista de este paisaje, éste está íntimamente ligado con el cercano valle del Tajuña. Y es que el agua, en el sentido más amplio de la palabra, marca esta zona natural empezando por los ríos, los arroyos que excavaron este valle, sin olvidar las numerosas fuentes que podemos encontrar en la zona.

El Ungría nace en Fuente de la Alcarria y recorre 39,7 Km para morir en las aguas del Tajuña. Su principal afluente es el río Matayeguas, que nace en Valdegrudas y desemboca en su orilla derecha cerca de Lupiana.

Si bien es un valle profundo y escarpado, su fondo es llano lo que le hace especialmente atractivo para su visita. Es un pequeño oasis en medio de la península, más parecido a paisajes del norte del país que al paisaje castellano donde se ubica, a apenas 80 kilómetros de Madrid.

La presencia de fuentes es algo recurrente en todos los municipios ubicados en este singular valle, empezando por el que acoge su nacimiento, Fuentes de la Alcarria donde existe una ruta llamada de las cinco fuentes que arranca justo en el nacimiento del río Ungría. 

En Atanzón podemos encontrar otra decena de ellas mientras que en Valdeavellano está la fuente Mora desde la que baja un arroyo que desemboca en el Ungría.

Entre Valdeavellano y Valdesaz hay una zona, poco conocida, llamada los Navajos donde se forma una laguna muy grande cuando el acuífero está lleno de agua y donde era frecuente ver beber al ganado.

Además del valor natural, marcado por sus fuentes y acuíferos, el valle del río Ungría tiene un elemento tradicional y patrimonial singular: sus molinos medievales. En concreto, a lo largo de su cauce, este río fue capaz de mover las muelas de varios molinos harineros que se construyeron a sus orillas.

Ninguno de los municipios de la zona careció de uno. Tres de ellos pueden encontrarse en el camino que une Valdesaz y Lupiana, algunos de ellos están rehabilitados y con un uso residencial diferente al de antaño cuando servían para moler grano o dar luz a la zona.

Originariamente esta abundancia de molinos se debió al monocultivo cerealista en esta zona que data de la Edad Media. Posteriormente su función cambió y algunos acabaron funcionando como piscifactoría, como el caso de Caspueñas, debido a la pureza y calidad de sus aguas.

El valle del río Ungría es un cerrado barranco que socaba el páramo alcarreño, una llanura caliza a unos mil metros de altitud. Ocupa un total de 12.494 hectáreas de los términos municipales de Lupiana, Atanzón, Centenera, Valdeavellano, Caspueñas, Trijueque y Brihuega, incluyendo los cascos urbanos de Fuentes de la Alcarria, Valdesaz.

Su enclave hace que cuente con importantes valores naturales, con interesantes especies de flora y fauna, con bosques de encinas y quejigos muy bien conservados en la cabecera de los barrancos.